Amaury Coeytaux. El violinista francés dirigirá a la OEX, y actuará como solista invitado en los escenarios del Palacio de Congresos de Badajoz Manuel Rojas el 23 de abril y del Gran Teatro de Cáceres el 24 de abril, ambos comenzarán a las 20:30 h.
Coeytaux ya fue invitado por la OEX en junio de 2013, actuando como solista bajo la batuta de Álvaro Albiach e interpretando el Concierto para violín y orquesta op.35 de Tchaikovsky. Es uno de los más prometedores músicos de su generación. Ganador del Concurso Rodolfo Lipizer de 2006, Amaury fue objeto de clamor internacional después de ganar el Primer Premio y otros 6 premios especiales por sus impactantes interpretaciones. Su primera aparición pública con una orquesta fue a los 9 años, y con 11 su interpretación de la 3ª Ballada de E. Ysaÿe fue emitida en directo por Radio France. En 2004 debutó en el Carnegie Hall tocando el Concierto de Brahms bajo la dirección de David Gilbert. Después de esto fue invitado a dar conciertos en todo el mundo. Sus principales maestros han sido Micheline Lefebvre, Jean-Jacques Kantorow, Patinka Kopec y Pinchas Zukerman.
El repertorio que se va a interpretar comienza con una obra poco usual, la Sinfonía para cuerdas nº 10 en Si menor, de Félix Mendelssohn. Data de 1823, etapa de formación en la que el autor compuso esta serie de un total de doce sinfonías para
cuerdas; la compuso como ejercicio académico, nunca pensó publicarla, pero su valor es alto pues ya daba muestra del prodigio musical en que empezaba a convertirse Mendelssohn.
De un prodigio a otro, después escucharemos el Concierto nº 5 en La Mayor para violín y orquesta, de Wolfgang A. Mozart, de 1775, el último de sus conciertos para violín y el más acabado, tanto por la explotación de las posibilidades del instrumento solista como por su originalidad formal y el detallismo de su escritura orquestal.
Para terminar, oiremos la versión para orquesta de cuerda que Gustav Mahler hizo en 1894 del Cuarteto para cuerda nº 14 en Re menor, D. 810 «La muerte y la doncella», de Franz Schubert, compuesto en 1824; es su obra de cámara más celebrada; esta versión respeta la esencia musical y expresiva del original, ampliando simplemente la sonoridad.